domingo, 1 de noviembre de 2009

La Rutina no es buena

A Berta (mi perra) le encanta la rutina.

Nos levantamos a las 7 de la mañana todos los días (excepto fines de semana que tanto ella como yo dormimos hasta que nos despertamos). Damos un paseíto de 30 minutos. A la vuelta, come tan ricamente su ración de pienso de pollo y arroz, y se queda tan tranquila en el sofá hasta que vuelvo por la tarde, a eso de las 7. Entonces, salimos a dar otro paseo, esta vez de casi dos horas. Allí juega con sus coleguis los perros, suelen ser los mismos, así que para evitar que se cierre en un solo grupo de perros (es como una secta) solemos ir a dos parques diferentes, con perros diferentes y dueños diferentes. A la vuelta de este paseo, sobre las nueve de la noche, y siempre después de comer yo antes, y delante de ella, le espera de nuevo su sabrosa ración de pienso de pollo y arroz. Mmmm, que rico!!! Tras lanzarse como loca a su comida y terminársela, se tira al sofá en plancha y sigue durmiendo.

Como os decía, a Berta le encanta la rutina. Por esto mismo, casi me destroncho de risa cuando ayer, después de perderla de vista durante 3 minutos (cosa extraordinaria ya que me sigue a todas partes) la veo aparecer por el comedor llevando triunfalmente en su boca uno de los huesos de carne que estaba descongelando para prepararme un cocido.

Casi me parto!!! Viene con el hueso en la boca, que casi no le cabía en ella, y lo deja cerca de mi, mirándome con su carita como diciendo... "Mira Arantxa, mira, mira, fíjate lo que me he encontrado en la cocina y no nos habíamos enterado!!!!! Yo comiendo esa mierda de pienso de pollo con arroz todos los días mañana y noche, y no sabíamos que había este manjar!!!!" jajajajajaja

Ya os imagináis, yo con mi rol de 'líder de la manada' haciéndome la enfadada y riñéndola para que no volviera a entrar a la cocina ni coger nada que yo no le diera, y ocultando el descojone que yo tenía, intentando no reírme delante de su carita de buena.... que era mortal. Las orejas en alto, los ojos saltones como platos, la cola sin parar de moverla, que risa.

Ay... la tía había descubierto un premio!

Lo que yo os diga... a Berta le encanta la rutina.

2 comentarios:

Woodman dijo...

Jejeje, Arantxa si necesitas otro perro yo me dejo adoptar, vaya vida que lleva Bertita! jejeje.
Ahora en serio me alegro mucho de leer cosas asi, se te nota feliz, creo que Berta era el complemento que necesitabas para dar otro pasito más.
¿Te acuerdas de nuestras charlas paseando? Sobre parejas y demás? EL amor no tiene porque ser amor de pareja, el amor envuelve el mundo, estoy seguro que Berta te quiere mucho más que cualquier maromo que puedas conocer. En serio me alegro tanto por ti y por Berta claro.

Celfa dijo...

Pues claro que me acuerdo de nuestros paseos. Y los echo de menos!!! Berta no contesta a mis comentarios, jaja.

Así que ya estás retomando el viaje a Valencia, que te voy a llevar á pasear por la ciudad, para que veas lo diferente que es. Nos vamos a dejar la garganta intentado escucharnos, jaja!

Vivir con Berta es mejor de lo que pensaba, ha cubierto mis espectativas de todas todas. Solo necesitaría que e día tuviera 36 horas en vez de 24. Y me cicen que aún va a ser mejor. Ahora me demuestra cada día más, su cariño. Ya la conocerás.

Nos vemos pronto.