lunes, 5 de abril de 2010

Días libres

Supongo que cuanto más mayor te haces, más disfrutas el tiempo libre. Más ganas tienes de emplear los días vacacionales en algo que te llene realmente. Sí, sí, esto de trabajar está muy bien. Sobretodo si lo haces en algo que te gusta, como es mi caso. Pero en lo que uno emplea el tiempo libre es en lo que realmente le apasiona, sea lo que sea.

Puedes leer ese libro que no avanza en la cabecera de tu cama, quedar con esos amigos que nunca tienes tiempo de ver, salir de tiendas y actualizar el armario, ir al cine y ver el último estreno... Puedden ahcerse múltiples cosas.

En mi caso, lo que me apasiona en este momento, y en lo que dedico la mayoría de mi tiempo libre, es en disfrutar de mis galguitas. Y digo galguitas porque ahora somos tres, Berta, Petra de acogida y yo.

http://elsudokudecelfa.wordpress.com/

Estos días, aprovechando el buen tiempo, hemos estado en la playa. Tenía el coche de mi padre y para allá que nos fuimos. Mi amiga Gema vino con nosotras.




Lo bueno de tener animales de compañía, en general perros, y en concreto galgos, es que  te obligas a salir a la calle, aumentan tus relaciones, compartes experiencias con gente que no conocías antes y, vives experiencias que nunca antes pensabas que vivirías. Además, te hace más humano... Esto en la superficie, pero en el fondo, aprendes mucho más.

A la hora de criar a un animal, tienes dos caminos. O tratas a tu perro como si fuera un bebe (humano) y le consientes todo, convirtiendo a tu perro en un desequilibrado. O lo educas como si fuera un perro, con normas de comportamiento, ejercicio, etc... Y dentro de esta segunda manera de educar, existen dos métodos: penalizando lo negativo, o premiando lo positivo.

En mi caso sigo el segundo camino, tratando a mis animales como animales que son, y fomentando el comportamiento positivo. Admás, soy bastante creyente de la metodología de Cesar Millán. Sí, este que sale en la tele. Tiene sus seguidores y retractores, pero hay que sacar lo positivo. Y en su caso, lo que más me gusta de todo lo que hace es la importancia que da a la energía, a su transmisión, y a su reflejo en los animales.
Os podeis imaginar que haciendo acogidas me da para practicar mucho, y emplear técnicas de las utilizadas por Cesar. Y os puedo decir que la gran mayoría funcionan.
Además, sirve para mejorar uno mismo. Si llegas frustrada a casa, ese día mis galguis se convierten en unas rebeldes y no hay manera de controlarlas. Si por el contrario entras a casa relajada, las galguitas te reciben sin armar escándalos....
Esto ayuda para hacerte pensar en el presente, y saber que en cuanto cruces la puerta, el mal día que has tenido en el trabajo, se queda fuera. Además, los animales son terapeuticos. Si algo de mal día te queda cuando entras, nada más con ver cómo te reciben, tan contentas y tan cariñosas... se te pasan todos los males.

La mayoría de galgos recogidos, vienene de situaciones no deseadas y en algunos casos traumáticas, perreras, maltrato, masificación de perros... Cuando llegan a casa, lo primero es darles un baño para eliminar ese olor a pasado que traen. Os aseguro que lo agradecen muchísimo!!!! Se ponen súper contentas, dan saltos de alegría cuando has terminado de bañarlas, y lo mejor de todo, empiezan una nueva vida, con un nuevo olor.
Las casas de acogida tenemos que tratarlos sin ningún sentimiento de pena, con mucho positivismo, porque esto le simpediría avanzar y salir de su estado de abandono.
Y lo mejor de todo... que esta actitud positiva la puedes trasladar a otras parcelas de tu vida. Desde que entré en el mundo de los galgos, la adopción de Berta, y las acogidas, os puedo asegurar que me siento mucho mejor en muchos aspectos. Siempre he sido una persona positiva, no voy a negarlo, pero ahora mucho más. Veo más claro lo que es realmente importante, y no dejo que me atormente ni el pasado ni el futuro.

Simplemente vivo el presente. Como los perros.

Moraleja: pon una mascota en tu vida, y a ser posible, un galgo.

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