martes, 2 de febrero de 2010

Favorita

Hoy quiero contar algo que llevo queriendo escribir en el blog desde hace mucho.

Hace más de dos meses, mientras Berta y yo dábamos nuestros primeros paseos con el collarín, un señor de edad avanzada, vestido de traje, con pinta de dependiente del Corte Inglés, se acerca a nosotras y me pregunta: '¿Quieres una galguita?'
Yo miro a Berta, aún dolorida por el golpetazo, miro al señor y le digo: '¿Otra? No gracias'
Con esta cara que tengo yo de... ven y cuéntame tu vida... el hombre comienza a contarme la historia de su galga de tres años llamada Favorita, blanquita y que ya no quiere porque no sale a cazar, y le da pena tenerla sola en la nave a las afueras de Valencia, y como me había visto algunas veces por la zona, quería que su galguita viviera en las mismas condiciones.
Le hablo de la asociación Galgos112, que se ponga en contacto con ellos, pero el hombre insiste, me da su teléfono en un papelucho, que nos la trae donde queramos...

Al cabo de una semana, acordamos la recogida. El plan era el siguiente. Quedar con el hombre en recogerla en el mismo parque donde yo paseo a Berta. Traerla a casa durante un par de horas hasta que una colaboradora de la Asociación venga a recogerla para llevarla a su casa de acogida.

Y todo fue como lo planeado. A las 10 de la mañana Berta y yo salimos al parque para encontrarnos con la nueva invitada en casa. El ritual es que se tienen que conocer fuera de casa para luego poder estar juntas sin problemas. Enseguida aparece el hombre por el parque llevando a Favorita, una galga bastante regordeta color canela, bastante más grande que Berta. La llevaba atada a una minicuerda por el cuello. Yo había llevado conmigo un collar antiescape, pensando en que para la pobre, sería su primer día en la ciudad y tendría algo de miedo. Le pongo el collar con cero resistencia por parte de la perra. Estaba un poco aturdida ante lo desconocido. Intercambio papeles con el dueño, me cede los documentos de la perra, firma el documento de cambio de propietario, y se marcha.

Y aquí comienza la nueva vida de Favorita. Después de una semana con muy mal tiempo, durmiendo en una nave al aire libre, llegaba el día de dormir en un señor sofá calentita.
Berta, Favorita y yo damos una vuelta por el parque. Se nota que no sabe andar con correa. Su carita lo dice todo. Pero anda relativamente bien. No se resiste.
La verdad que huele que apesta. Yo creo que Berta no se acerca a ella por eso. En un primer momento se acercó a olisquearla, pero claro, la pobre perra, con las patas llenas de mierda, con pegotes de tierra en su cuerpo... Pues Berta se dedicó a ignorarla.

Y con este panorama, después de un rato juntas, y viendo que no había ningún tipo de pique entre ellas, pues nos subimos a casa. A partir de aquí, fue todo muy rápido. Entrar en el mundo de los perros abandonados es algo que me fascina. Aunque parezca extraño, se aprende muchísimo. Los ascensores de mi edificio son muy ruidosos, así que pensando en que le asustaría montar en ese cacharro de elevador, me dirijo directamente a las escaleras... pero claro... es que Favorita tampoco sabía subir escaleras!!!! Entonces fue una odisea. La invitada petrificada entre el entresuelo y el primer piso (yo vivo en el segundo), y Berta aún con la correa puesta, subiendo y bajando las escaleras entre Favorita y yo, como invitándola o mostrándole cómo se hace. 'Mira Favorita es my fácil, solo cópiame' Siempre he pensado que mi perra es bastante 'terapeutica' con los perros inestables. Con todo lo dominanta que es, se convierte en una perra respetuosa con 'los nuevos' o 'los miedosos', no les come espacio, les da su tiempo... Y los perros inestables, cuando están con Berta, y siempre según sus duelos, reaccionan de forma diferente, dan sus primeras muestras de socialización, olisquean por primera vez, dejan de temblar...

Por fin llegamos a casa. Berta seguía ignorándola, y aunque hacía ya bastante que no subía al sofá, fué directa a él. Esta vez, para que sintiera que ella iba a ser la primera, la dejé subir. Y Favorita, una vez entró al comedor y comprobó que olía a otro perro (Berta) se quedó en el pasillo sin pasar.


Favorita parecía asustada, pero no una perra con miedos. Era más asustada de lo desconocido. Además, era bastante curiosa, por lo que estaba segura que se recuperaría pronto. No se atrevió a pasar al comedor en casi todo el rato, incluso se quedó dormidita una hora en mitad del pasillo.


Ya se que ya lo he dicho, pero es que no sabeis lo mal que olía la pobre perra!!!!
Pasamos la mañana sin hacerle mucho caso a nuestra nueva invitada. Es lo que dice el protocolo. No acercarse a ella hasta que ella no lo haga voluntariamente. Y eso hicimos. Favorita descansó en mi pasillo la mayoría del tiempo. Solo cuando abrí el balcón y Berta salió a tomar el sol, Favorita se adentró en el comedor con cierta curiosidad.

                    


                    

Al cabo de 2 horas, llegó María, la rescatadora de galgos más cariñosa de la tierra, jaja. Volvimos a bajar a la calle, y Favorita se fue con María. Su próximo destino, su primer baño.

Y aquí terminó mi humilde colaboración con mi primera recogida de galgo abandonado. La sensación fue estupenda, y la experiencia genial. El ver a Berta con carita de... ¿pero esta se va a quedar aquí para siempre? jajaja. Cuando estábamos las dos sentadas en el sofá, y Favorita en el pasillo, me giré un poco a ver si alcanzaba verla desde ahí, y de repente, Berta empieza a pegarme con sus patitas como diciendo... ¡eh, no mires a esaa, que yo estoy aquí!

Siempre me han gustado los perros, pero claro, nunca encontraba el momento, pero tengo que decir que es algo que me llena muchísimo. No solo Berta y sus trompazos, sino las veces que hablo con Galgos112, las historias que cuentan, los casos que comparto con ellos... Seguro que cualquiera que tenga un animal de compañia me comprende.

Estoy segura que no será la última vez que colabore con Galgos112. Siempre hay oportunidad de colaborar de algún modo. Pero lo que no sabe Bertita es que pasen los galgos que pasen por casa, temporal o definitivamente, no habrá ninguna otra reina más que ella.


                     

PD1: Efectivamente, el señor trabajaba en el Corte Inglés. Y hace una semana se ha vuelto a poner en contacto con la asociación porque ahora tiene otras dos galgas jovencitas que ha probado esta temporada de caza... y no le sirven...

PD2: Hace unas semanas me mandaros las primeras fotos de Favorita en su nueva familia definitiva. Fué genial recibir noticias. Se ha acostumbrado rápidamente al sofá, como tonta. Y se porta de maravilla. María me contó que después de su primer baño resulta que su color no era canela, sino blanco impoluto! Pobrecilla, la mierda que llevaba encima...

3 comentarios:

María dijo...

Me alegro de que Favorita haya tenido un final feliz. Seguro que ahora es cuando empieza a disfrutar de la vida.
Es una pena que se siga permitiendo tratar a los perros como herramientas, porque aunque el señor Corte Inglés tuvo un ápice de buena intención en las formas de deshacerse de su perra, parece que seguirá haciendo lo mismo. La mentalidad de esta gente es de lo más retorcido que hay. ¿Para que necesitan cazar? ¿Para qué necesitan un perro que cace por ellos? ¿No se dan cuenta de que son seres vivos que sienten y padecen?
Descubrí tu blog gracias a un comentario que hiciste en el de Maya y Abby. Está muy bien. Ahora lo miro siempre.
Parece que Berta está teniendo una muy buena recuperación de su accidente y eso es genial. Seguid pasándolo así de bien!!

Saludos y lametones desde Asturias.

María, Maya y Abby

Woodman dijo...

Te has portado genial...de mi parte para el "señor" a ver si algún día su parienta se da cuenta de que no sirve y se ve en la calle...

PeleOn dijo...

Entre Celfa y la madre Maria de ¿Chirivella, esto engancha, mas bien te arrastra sin remision.Veremos como acaba esto.Celfa estoy contento, tenia muchas dudas, pero aumenta mi sensacion de que esto te esta haciendo crecer mas y mas.Eres cada dia mas, en todo lo bueno y positivo.Besets