domingo, 31 de mayo de 2009

Como está el patio

Los que me conocéis, sabéis que nunca me ha gustado ligar en la noche. Todas mis relaciones han surgido durante encuentros relajados, cenas, excursiones, cine, cervecitas... y casi siempre, con amigos de mis amigos, o gente conocida desde tiempo. No voy a negar que alguna vez he tenido un rollito de una noche con alguien que no he vuelto a ver en la vida, pero la verdad... no es mi estilo. Y es que cuando se terciaba, y salia con amigas por la noche, la gente que se acercaba era... (y que nadie se moleste...) patética.


Han pasado los años y llevo varias semanas saliendo con unas amigas. ¿Cómo puede ser que nada haya cambiado? Yo sí que he cambiado, y si antes los comentarios de acercamiento eran patéticos, ahora son... indescriptibles. Para empezar, somos tres. Llegamos a un sitio con ganas de tomar una cerveza tranquila y contarnos la semana. No hay tiempo, aún no nos hemos sentado y el primer moscón aparece. "Hola, que tal? Veo que necesitáis compañía ¿me puedo sentar con vosotras?" ¿Qué necesitamos compañía? ¿Pero este tío que se ha creído? Odio esta actitud de: "tranquila nena que yo se lo que te conviene" Para desgracia del pobre tío, las tres que nos juntamos somos de aupa, y cuando no es una, es la otra quien suelta la burrada. Esta vez no soy yo y obtiene un "Lárgate" por respuesta. Comenzamos nuestra conversación y aparece el segundo. Yo ya poniéndome de mala leche. A ver, pregunta: ¿por qué los tíos no saben diferenciar entre chicas de escote, pintura en la cara y tacones que buscan ligue, y chichas con ojeras, camiseta y zapatillas que salen a charlar con sus amig@s? El segundo atacante, directamente se sienta en nuestra mesa, y pone su brazo por encima del cuello de una de nosotras. "¿Alguien te ha dado permiso a tocarme?" Pero le da igual, insiste. Qué pesadez... a base de ignorarlo, tras 10 minuto, lo capta y se pira. Ya empiezo a arrepentirme de haber salido.

Terminamos nuestra cerveza y cambiamos de sitio. La noche sigue igual. No es que sea una insociable y no quiera conocer a gente nueva. Ya me conocéis, al contrario. De hecho, me apetece pero ¿por dónde anda la gente normal? ¿dónde está la gente con quien mantener una conversación de persona a persona? Los perdonavidas no deberían salir de su casa. En fin, otro fin de semana desperdiciado saliendo por la noche. Creo que la semana que viene cambio de planes. Dos semanas han sido suficientes para mí.

Pero hay un tema que sí me preocupa. En las ciudades grandes, o por lo menos en la mía, faltan lugares donde la gente pueda conocerse que no sea la noche. Si quieres conocer gente, parece que el único lugar establecido para ello es en un garito, semioscuro y a grito pelado.
Después de ver el programa 21 días, los llamados reportajes de inmersión, me dan ganas de experimentar con medios nuevos para conocer gente, hacer mi propio reportaje de inmersión. Podría experimentar en tres situaciones diferentes: conocer gente durante la noche, en Internet, o haciendo actividades de grupo. Jaja.

Y otro tema que trataré otro día ¿por que conocer gente es sinónimo de relación/sexo? ¿Nadie quiere conocer gente para comenzar una amistad?

En fin, voy a ver si se me ocurre algún plan diferente donde podamos encontrar a gente maja. De momento, dentro de 3 semanas me he apuntado con una amiga al weekend del delito. Parece interesante. Ya os contaré.

1 comentario:

Woodman dijo...

¿Weekend del delito? la leche suena bien sí... Sobre lo que has escrito hoy, ¿qué quieres que te diga? yo me encuentro en el otro polo, resulta que si vas de callado eres un tio pringado, si quieres charlar con alguien de buen rollo un buitre... un lío, asi que he decidido no conocer a nadie más de noche ahhhhh y lo mejor como una chica se fije en ti ya por ser tio es que te tienes que acostar con ella... vamos que la noche confunde!