martes, 7 de julio de 2009

Lo importante, es lo importante

Lunes, 9 de la noche. Llego a casa después de un día agotador. Esta semana no me queda otra que meterle horas al trabajo si quiero llegar a los plazos...
Hace demasiado calor, en cuanto entro por la puerta, la correa del reloj me molesta. También las gafas. Tengo el tiempo justo para poner una pizza al horno y lanzarme al sofá en plancha. Comienzan las noticias.

Cada vez que veo las noticias, recuerdo la anécdota de ese niño de 7 años que cenando con sus padres a la hora del telediario, con voz inocente pregunta... "Mami, ¿por qué repiten el mismo capítulo del telediario?" Es que los nanos son la leche. Qué pena que conforme vamos creciendo, perdemos esta inocencia. De verdad, qué pena.

Se hacen las nueve y veinte, hora de los deporte. El canal que estoy viendo comienza a retransmitir algo que parece un campo de fútbol repleto de gente. No me interesa. Cambio de canal. Uy! Otra vez lo mismo. Sigo al siguiente, igual. Otro, lo mismo. No puede ser. Ya en plan desesperado pulso en número 2 de mi mando a distancia pensando: "La2 no me puede fallar" No os podeis imaginar la decepción que sentí. Todos los canales desde la uno a la sexta con lo mismo. La llegada de un chico que parece joven a un campo de fútbol.

¿Pero en que país vivimos?????? No me puedo creer que todas las cadenas se pongan de acuerdo para retransmitir la presentación de no se quién que acaba de venir a España, pagándole una pasta gansa que seguramente gastará en copas para todas las mojigatas que lo rodeen. De verdad, lo siento por aquellos que aún creen en este deporte llamado fútbol, pero os puedo asegurar que sentí un ASCO y unas ganas de meterle un puñetazo al tipejo este y a todo lo que le rodea, que no veas! ¿cómo se puede dedicar tiempo a esto???? Lo digo completamente en serio.

Esta mañana en el trabajo, como no, también era el tema de conversación. Y para mí, que no tengo ni idea de qué equipos han jugado en primera (ni me importa), ni de dónde ha salido este chico tan televisado últimamente, pues la verdad, no lo entiendo.

Es decepcionante. Si bien es cierto que las nuevas tecnologías avanzan en los ratios, hay que ser realistas y darnos cuenta de que la mayoría de la sociedad vive hipnotizada por la televisión. Ayer no pasó absolutamente nada en todo el mundo, excepto la aparición de este jugador.

Me hubiera gustado saber qué frases inteligente soltaron los pequeños monstruitos, que ven el mundo sin manipulaciones, al contrario de como lo vemos nosotros.

Afortunadamente, de los pocos vicios que me consiento a mí misma es disponer de televisión por cable. Así que me lancé en picado a mi canal favorito: Odisea. En él pude ver un documental sobre cucarachas, otro sobre música, el siguiente sobre las avispas gigantes asesinas... Vamos, lo que yo llamo un variadito. Con esto no soy ni mejor ni peor que nadie. Yo también tengo días de perrear delante de la caja tonta mirando nada, pero creo que "a quien corresponda", debería ser un poco más responsable sobre lo que se retransmite por la tele, porque muy a nuestro pesar, cierta población lo asume como valores de vida y formas de vida. Y no creo que sea de gran valor preparar esa pedazo fiesta a alguien que cobra una cantidad indecente (cuando todos sabemos cómo está el mundo por ahí) por pegar cuatro pataditas a un balón.

Que pena.

2 comentarios:

Woodman dijo...

jjejeje, totalmente de acuerdo.

Pauloka dijo...

Amen, sí señor.